La institución colabora en el proyecto de investigación sobre los miles de valencianos que llegaron a Estados Unidos a través de la Isla de Ellis
El audiovisual se presenta esta semana en Dénia y Gandia y llegará a Valencia con motivo de la inauguración de una gran exposición sobre el fenómeno migratorio en La Beneficència
La Diputación de Valencia ha colaborado con Infovalència Televisió en el proyecto de investigación “Valencians a Nova York” dirigido por el periodista Juli Esteve y plasmado en un documental que esta semana se presenta en Dénia (5 de noviembre) y Gandia (6 de noviembre).
El audiovisual también llegará a Valencia coincidiendo con las fechas navideñas, con motivo de la inauguración de una gran exposición sobre el fenómeno migratorio organizada por el Museu Valencià d’Etnologia en el Centre Cultural La Beneficència.
No es la primera vez que Esteve aborda una investigación sobre el fenómeno migratorio valenciano de principios del siglo XX, puesto que, según cuenta, “hace unos años “realizamos un documental sobre valencianos en Algeria, un proceso que acabó traumáticamente en 1962, porque tras la independencia hubieron de abandonar el país”, ha informado.
 A por un futuro en América
Según explicó el director de “Valencians a Nova York”, “en este nuevo reto abordamos un hecho histórico y social en el que no se dio el drama humano de la pérdida, y cuya singularidad deriva del hecho de la distancia entre el país de origen y el país receptor y de los miles de valencianos, en su mayoría analfabetos, que se marchan a ganarse la vida y un futuro a América que aquí no tenía”.
Sobre la migración valenciana a Estados Unidos “no había apenas nada, hay un libro de la profesora Teresa Morell, ‘Valencians a Nova York, el casa de la Marina Alta’ en el que por primera vez se aborda el tema y que me sirvió de acicate para iniciar la investigación”, apuntó Esteve.
En el libro de Morell aparece una lista de emigrantes en la que aparecen unas 2.400 personas con una puntualización de la profesora que dice “no están todos”.
 
“Fue esa frase –explicó Juli Esteve- la que nos empujó a iniciar un minucisoso estudio que nos llevó a revisar, durante más de ocho meses, de mayo a diciembre de 2012, con paciencia, todos los barcos, uno por uno que había entrado a Estados Unidos por la isla de Ellis para sacar la lista de los valenciano Y la tenemos”.
 El interés de Juli Esteve por la migración contrasta precisamente con su lugar de nacimiento, Puçol, “una ciudad y una comarca, l’Horta, donde apenas hubo salida de valencianos, más bien hemos sido receptores de personas que en los años 50 y 60 vinieron procedentes de Andalucía y Castilla la Mancha, atraídos por la posibilidad de empleo en grandes empresas como Cointra”.
De Pego a la isla de Ellis
“Fue en 1987 al frecuentar Pego, de donde era mi chica, cuando me quedé boquiabierto al escuchar historias cercanas de gente que había estado una y hasta varias veces en Estados Unidos para trabajar”, confiesa Esteve. “La bisabuela de mi mujer se marchó en los años 20 con su hijo pequeño, Rafel, a trabajar y, como ella, centenares de pegolinos, unos 800”.
Y como Pego, hay muchos otros ejemplos de ciudades y pueblos, sobre todo de las comarcas centrales valencianas, atenazadas a inicios del siglo XX por hambrunas, la filoxera en el campo y lo agreste del paisaje de montaña, entre otros inconvenientes que no sufrieron otras regiones más ricas.
Historias muy interesantes y sólo una superviviente
La minuciosa investigación desarrollada por el equipo de Juli Esteve ha proporcionado “historias muy interesantes recopiladas durante meses en un amplio recorrido por unos 70 pueblos valencianos en los que hemos hablado con 800 personas para recopilar información de unos 1.500 emigrantes”.
“Hemos catalogado 500 objetos y escaneado más de 10.000 documentos y fotografías, un volumen enorme de información que después de procesar hemos empleado en el documental final”, comenta el periodista.
Según Esteve, “en esta fase de búsqueda por los pueblos hemos recibido ayuda de ayuntamientos y asociaciones para localizar a descendientes de aquellos emigrantes y también hemos contado con la colaboración y participación de la Diputación de Valencia”.
Aunque pudiera parecer que es difícil encontrar algún testimonio directo, “sí hemos localizado a la única superviviente, queda una persona, una niña de seis años de Gata de Gorgos, que hoy tiene 98”, dijo el investigador.