Monseñor Osoro destaca la "buena cooperación entre la jurisdicción secular y la eclesiástica" en la apertura de los encuentros Iglesia-Estado organizados po
El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha participado en la inauguración de los encuentros Iglesia-Estado en la Ciudad de la Justicia de Valencia, y los ha definido como "una buena muestra decooperación entre las jurisdicciones secular y eclesiástica, velando siempre por el bien de la persona"
Estos encuentros, organizados por segundo año consecutivo por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con la colaboración de la Vicaría Judicial del Arzobispado de Valencia, sitúan a la Comunidad Valenciana como "un referente para el resto de España" en esta materia, ha indicado el prelado.
La inmatriculación de los bienes eclesiásticos, los mecanismos de cooperación económica entre el Estado y la Iglesia, el régimen jurídico del personal que trabaja desempeñanado funciones religiosas, o la tutela penal que se dispensa a los sentimientos religiosos, son algunas de las cuestiones que abordarán los encuentros y que, según el prelado, "los encuentros puede ayudar a deshacer incomprensiones o afirmaciones erróneas".
Precisdamente, al referirse al contenido de los cursos, "que han suscitado interés por parte de los medios de comunicación y por los ciudadanos", el prelado ha recomendado "acercarse a estas cuestiones con una intención sincera, abstraida de prejuicios o de intereses ocultos".
Además, monseñor Osoro ha considerado "providencial" el que estas jornadas se llamen "encuentros", dado que, "en ocasiones, ha podido haber desencuentros o lejanía". Sin embargo, estos encuentros "son una buena muestra de diálogo, colaboración y cooperación existente entre ambas jurisdicciones, secular y eclesiástica".
La principal ventaja de estos cursos "no radica en la formación teórica o práctica de los jueces, lo cual es muy importante, sino que su valor más sobresaliente se encuentra en la relación de las instituciones y personas que las componen", ha indicado monseñor Osoro, quien ha precisado que "en esta función descansa uno de los pilares básicos para que la sociedad a la que servís sea justa y pacífica".
También ha resaltado monseñor Osoro cómo "el ordenamiento canónico y el español comparten los mismos principios fundamentales y se organizan con técnicas normativas semejantes".
De hecho, ha recordado monseñor Osoro que él, como Arzobispo, es "juez nato de la Archidiócesis de Valencia", lo que constituye "una de las dimensiones intrínsecas al ministerio episcopal", con lo que le corresponde, "además de procurar la salvación de todas las almas del pueblo, y que el gobierno eclesiástico procure un progreso espiritual, humano y social, preservar los derechos de los fieles y establecer un orden justo".
Para ello el Derecho Canónico "ha previsto la existencia de unos oficios especializados que me auxilian en esta importante tarea" con el fin de llevar a cabo la "búsqueda contínua de dar en todo momento a cada uno lo que es debido", que "coincide con el ministerio que los Jueces y Magistrados cumplen en la sociedad civil".
Al término de su intervención, monseñor Osoro ha recordado las palabras del Papa Francisco de que "la tarea judicial implica respetar el orden, derrotar el mal, tutelar la verdad. Los que se dedican a ello han de estar adornados de virtudes humanas, como grandeza de espíritu, prudencia, sabiduría, integridad y fortaleza".