Los inquilinos de los edificios colindantes llevan años reclamando al Consistorio la solución de esta situación que supone un grave peligro tanto para su integridad física como para sus propias viviendas     
Los vecinos lamentan el trato recibido y la actitud mostrada por el ayuntamiento ante un problema que afecta, de manera importante a su seguridad y calidad de vida.
Desamparados, ignorados y frustrados. Así es como se sienten los vecinos afectados por la grúa que, desde hace varios años, ocupa un edificio en la calle Obispo Pildaín.
De nada han servido las quejas, argumentos y peticiones que los afectados han hecho llegar a los responsables municipales, pidiendo la retirada de la grúa y la solución a este problema.  Un problema que se ocasiona, tras la paralización, hace unos años de la obra de un edificio en la calle Obispo Pildaín. Como consecuencia de esta paralización y no poder finalizar la obra, se produjo un embargo por parte de una entidad bancaria. Con el paso de los años, este edificio se ha ido deteriorando y acumulando suciedad, además de mantener ocupada parte de la acera.
Ante esta situación, la única respuesta que han recibido, por parte de aquellos que se supone tienen que velar por la calidad de vida y por garantizar la seguridad ciudadana, ha sido que ya no fueran a “molestar” más con ese asunto. Sin duda, una respuesta “de lo más apropiada” por parte del gobierno municipal que representa a todos los ciudadanos de Quart de Poblet.
Desde el Partido Popular estamos atónitos ante el comportamiento deplorable que, una vez más, ha dispensado el gobierno de la socialista Carmen Martínez a sus propios vecinos. En especial, con un tema que afecta, de manera directa a la seguridad de las personas.
Ante esta alarma que se ha generado entorno a esta problemática, desde el Partido Popular exigimos, al menos un trato digno a los vecinos, que preocupados por su seguridad, se acercan al ayuntamiento en busca de solución.