El Ayuntamiento de Quart de Poblet nunca ha dejado en desamparo a los vecinos de la calle Obispo Pildaín afectados por la grúa anclada en un edificio, que fue embargado por una entidad bancaria después de que la constructora no pudiera hacer frente a los pagos y paralizara las obras, dejando no sólo la grúa sino también postes y pies de hormigón que ocupaban parte de la acera. 

El principal problema en este caso es que no es sencillo actuar de oficio en una propiedad privada y hacerlo conlleva cumplir una serie de trámites legales complejos y que siempre se dilatan en el tiempo. De esta forma, el Ayuntamiento tuvo que dirigirse primero a la constructora requiriéndole que retirara todo. Los cambios de actividad de la empresa hicieron que todas las notificaciones fueran infructuosas. 

El paso siguiente fue realizar una valoración económica de los trabajos y notificar a la constructora que el Ayuntamiento los iba a asumir y, después, le cargaría la factura. Tampoco se pudo notificar y, al final, fue necesario publicarla en el Boletín Oficial de la Provincia en marzo de 2014. De esta forma, el Ayuntamiento pudo dejar libre la acera en el mes de junio, tras cumplir todos los trámites exigidos y sus plazos. 

Queda por resolver el tema de la grúa. En este caso,  se exige la intervención de una empresa especializada y se ha iniciado ya la contratación. En cuanto esté el procedimiento concluido y autorizado el pago, se retirará la grúa y se exigirá posteriormente el pago de los gastos a la constructora.