La restauración recupera el esgrafiado gris “perfectamente conservado”
Las obras de restauración que se llevan a cabo en la actualidad en la parroquia de Santa Ana, de la localidad valenciana de Quartell, han permitido recuperar parte de la decoración del siglo XVII, realizada con la técnica del esgrafiado, que permanecía oculta en una bóveda de una capilla del templo.
Al limpiar una de las bóvedas de la parroquia, cuya construcción se inició en 1669, “ha aparecido parte de un esgrafiado de color gris perfectamente conservado, que data del siglo XVII, es decir, la decoración más antigua de la parroquia”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN el párroco Francisco Llorens.
De momento, “se dejarán al descubierto algunas catas para mostrar al público este descubrimiento y, en caso de obtener alguna inversión pública o privada, se intentará recuperar todo el esgrafiado”, ha explicado Llorens, que ha recordado que esta técnica decorativa consiste en “hacer incisiones sobre la superficie de la pared dejando al descubierto la capa inferior, que es de otro color”.
Las obras de restauración, que comenzaron hace un mes en las capillas de la parte izquierda de la iglesia, está previsto que finalicen a finales de noviembre y consisten en la “limpieza de todas las humedades y el arreglo de los desperfectos de las bóvedas”, ha precisado.
El esgrafiado descubierto “es similar a la decoración típica de la zona ya que la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles, de Benavites, o la antigua parroquia, hoy Casa de Cultura, en Quart de les Valls, también tienen estos elementos decorativos”.
La restauración, a cargo de la empresa EMR, ha recibido una subvención de la conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana a través de las partidas de Ruralter y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad.
La parroquia de Santa Ana de Quartell presenta una decoración típica del barroco valenciano tardío y cuenta con tres capillas en cada lateral: Sagrado Corazón, San Miguel y Dolorosa, en el lado derecho y Cristo, Virgen del Rosario y Purísima, en el izquierdo.
Fotografías (AVAN)