El exministro Rodolfo Martín Villa tiene intención de prestar declaración ante la juez argentina María Servini, que ha pedido la extradición de varios cargos del franquismo en su investigación contra los crímenes del régimen.
   Así lo ha anunciado el propio Martín Villa en declaraciones en las que ha dejado claro que quiere defenderse sin usar como "parapeto" la decisión del Gobierno de no extraditar a los afectados ni tampoco la Ley de Amnistía: "Para eso tenía que haber cometido algún delito que fuera objeto de esa ley", ha dicho.
"Me parece muy bien la decisión del Gobierno (de no extraditar) pero yo ni soy amnistiado ni he cometido ningún delito, y me tengo que defender de la forma más prudente, más segura y más acompañada", se ha justificado el exministro.
Martín Villa, que está estudiando los consejos de sus abogados, ha explicado que aún no está claro cómo puede materializarse esa declaración. De hecho, ha dicho que no tendría que viajar a Buenos Aires sino que podría hacerlo por escrito, por videoconferencia, ante un juez español en una cooperación jurídica internacional o, lo que para él sería la mejor solución, una comisión rogatoria por la que ella viaje a España a interrogar "a los que ha imputado sin haberles oído".
El exministro también ha avanzado que, puesto que se trata de una cuestión política, está valorando la posibilidad de pedir una comparecencia ante el Congreso de los Diputados, aunque es consciente de que puede encontrarse con dificultades de reglamento.
La juez Servini, que ha pedido la extradición de 20 cargos del franquismo, entre ellos ocho exministros, persigue a Martín Villa por los sucesos de Vitoria de marzo de 1976, que dejó cinco muertos en la represión de una huelga general, cuando él era ministro de Relaciones Sindicales.
Sin embargo, él alega que no tuvo responsabilidad en aquellas muertes. "No es que no tuviera la responsabilidad que se me imputa, es que no la pude tener", ha alegado Martín Villa. "No tenía mando sobre la Polícia en los sucesos de Vitoria", ha aclarado también en declaraciones a RNE.
Es más, ha dicho que podría llegar a entender que se le llamase, "en una interpretación desmesurada de la llamada justicia universal", por "cosas que sucedieron" en su etapa de ministro de Gobernación, o de Interior, o durante su etapa como gobernador civil de Barcelona justo a la muerte de Franco, pero no por esto. "Me parecería fuera de lugar, pero lo podría entender", ha acotado.
El exministro ha dejado claro que aún no ha recibido notificación oficial alguna de la juez. De hecho, ha calificado de "extraño, por decirlo de forma leve", que Servini le haya imputado sin haber hablado ni contactado con él, especialmente después de haber estado en España el pasado mes de julio y haberse entrevistado con "todo tipo de personas", entre ellas con los "acusadores".
Además, ha dicho que le consta que otros exministros de esa lista, en concreto Alfonso Osorio y Fernando Sánchez, con los que tiene especial cercanía, tampoco han recibido ninguna comunicación de la juez. En todo caso, ha afirmado que, como juez, Servini le merece todos los respetos en España y en Argentina, aunque sus "respetos" sean "tan grandes" como sus discrepancias con ella.