La capilla de San Luis Obispo de la Catedral de Valencia acoge desde ahora a lo largo del año, de forma permanente, un Nacimiento, con las figuras de San José, la Virgen y el Niño Jesús, con vegetación natural, iluminación especial y diversidad de complementos.
La escena del Nacimiento, que es la misma que albergaba el belén monumental de la Catedral de las pasadas Navidades, ocupa una superficie de dos metros cuadros y ha sido colocado en el altar del lado izquierdo de la capilla.
Las figuras, de 24 centímetros de altura, realizadas en barro por el escultor madrileño José Luis Mayo, se encuentran dentro de una cueva, elaborada con espuma de polietileno por el belenista Pedro Ródenas, organizador del conjunto artístico, quien ha indicado a la agencia AVAN que el Nacimiento pretende ser un “homenaje a la Sagrada Familia permanente todo el año”.