Inmigrantes de Ecuador afincados en Valencia rindieron homenaje a la Virgen de El Cisne, una de las dos patronas del país iberoamericano, con una misa a las 20 horas en la parroquia de San Dionisio, y posterior procesión por el barrio valenciano de Torrefiel.
La imagen de Nuestra Señora de El Cisne, que se venera en el templo desde hace ocho años, presidió la misa desde el altar mayor “y lució un traje con capa nuevo bordado a mano por una de las feligresas que organizaban la celebración”, según han señalado a la agencia AVAN fuentes parroquiales.
Tras la eucaristía oficiada por el párroco de San Dionisio, Reinhard Fuchsluge, de la congregación Siervos del Hogar de la Madre,  los devotos de la Virgen de El Cisne partieron en procesión por las calles cercanas al templo con la imagen de su patrona, de setenta centímetros de altura, realizada en escayola policromada y que representa a la Virgen coronada, con el Niño en una mano y un cetro en la otra.
Los fieles ecuatorianos de la parroquia decidieron trasladar al sábado la celebración puesto que el día de la festividad, el 8 de septiembre, fue lunes. Además, en los días previos realizaronuna novena a la Virgen de El Cisne “en sus propias casas, como es tradición en su país”.
La Virgen de El Cisne recibe esa advocación ya que el primer santuario que se erigió en su honor está en una localidad ecuatoriana del mismo nombre, en la provincia de Loja, en el sur de Ecuador, y “es considerada como patrona en la zona costera del país mientras que en el interior del país la patrona es la Virgen del Quinche”, según las mismas fuentes.
Los feligreses ecuatorianos de San Dionisio se reúnen el día 8 de cada mes en sus casas para rezar el rosario y cada tres meses celebramos una misa conjunta en la parroquia. Además, hace siete años se formó un coro compuesto por matrimonios inmigrantes de Ecuador, Perú y Bolivia que interviene en la misa de los domingos por la tarde e interpreta cánticos religiosos tradicionales de sus lugares de origen.
La misma parroquia puso en marcha en 2007 un servicio de acogida a inmigrantes formado por feligreses ecuatorianos, peruanos y bolivianos, que hoy sigue en marcha y que tiene como objetivo atender “a los extranjeros recién llegados a la zona para facilitar su integración”.
Por otra parte, feligreses ecuatorianos de las parroquias de la Santísima Cruz, donde se venera una imagen de la Virgen del Quinche, y de Santa Mónica de Valencia, tienen previsto realizar varias celebraciones religiosas el próximo noviembre en honor a su patrona.