El Pleno de la Sala Civil del Tribunal Supremo ha admitido a trámite una de las dos demandas de paternidad presentadas contra el rey don Juan Carlos. Se trata de la petición de la ciudadana belga Ingrid Jeanne Satiau. La sala entiende que concurren los requisitos legales para conocer el parentesco entre la demandante y el Monarca emérito.
En cambio, los 12 magistrados de la sala han rechazado la demanda presentada por Albert Solá Jiménez al considerar que las pruebas presentadas no son suficientes para admitir su petición.
La Fiscalía del Supremo reclamó en ambos casos que no se admitieran a trámite al considerar que no existe el principio de prueba en las demandas de paternidad que exige el artículo 767.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Este artículo señala que "no se admitirá en ningún caso la demanda sobre determinación o impugnación de la filiación si con ella no se presenta un principio de pruebas de los hechos en que se funde".
La defensa de la ciudadana belga aportó al Supremo una carta remitida a la Casa Real el 24 de abril de 2013 en la que esta mujer lamenta haber acudido a la vía judicial para solventar su filiación paterna y afirma haber sido presionada por Solá "y por los medios".
La Fiscalía había alegado que no hay ninguna base para admitir la demanda, porque si Ingrid Jeanne Sartiau no es hermana de padre de Alberto Solá Jiménez, según las pruebas de ADN realizadas, "¿qué demanda admitimos? La de Ingrid o la de Alberto, y la consecuencia lógica es que ninguna de las dos, pues no aportan ninguna el principio de prueba exigido por el artículo 767 de la Ley de Enjuiciamiento Civil", había dicho la Fiscalía.
En el caso de Solá Jiménez, la demanda de paternidad llegó al alto tribunal procedente de la Audiencia de Madrid, que elevó el asunto al Supremo después de que a mediados de julio pasado entrara en vigor la ley que regula el aforamiento del monarca saliente.
El recurrente defiende que el rey Juan Carlos mantuvo una relación con su madre biológica, Anna María Bach Ramón, antes de ser proclamado jefe del Estado. Solá, nacido en Barcelona en 1956, fue criado en una familia adoptiva.