El Puig tiene un plan para recuperar la montaña de Santa Bárbara, seriamente dañada por la virulenta plaga del tomicus destruens. La tala masiva de pinos, un problema que también afecta a la montaña de La Patà, está cambiando la imagen natural de El Puig.

El diputado de Medio Ambiente, Salvador Enguix, mantuvo ayer una reunión con el concejal, Vicente Puchol, para 'reparar' la montaña, aquejada por la plaga y «en mal estado por el paso de los años».

El principal objetivo de la actuación es «mantener y recuperar uno de los elementos patrimoniales del municipio», según explicaron fuentes de la corporación.

Una de las medidas fundamentales será proceder al derribo de un antiguo chalé para disponer de un espacio de interpretación de la naturaleza que, a modo de mirador, permita disfrutar del paisaje y la fauna de la zona. También se acometerán unos senderos para llegar a la ermita con vistas al municipio. Además, se recuperarán «caminos y señalizaciones» para devolver el esplendor a la montaña.

El diputado provincial confirmó que la entidad acometerá la actuación. Según explicó ayer el alcalde de El Puig, José Miguel Tolosa, «la actuación incluye el derribo del chalé conocido como del doctor Trigo, que fue una casa de veraneo y desde hace tiempo es propiedad municipal. Su estado hace necesario retirar la construcción para dar paso al nuevo centro de interpretación». El objetivo de esta medida es «eliminar lo que ya no está en buen estado para darle más belleza a este entorno privilegiado y a la montaña». El consistorio también está tratando de frenar la desaparición de buena parte de las pinadas de la montaña de La Patà, la zona más afectada por el avance del insecto devorador de los pinos.

Retirada de ejemplares

Para este caso, el consistorio también busca soluciones que contarán «con la ayuda de la Conselleria». A principios del mes de febrero, las moto sierras comenzaron a talar los ejemplares de coníferas afectados por la plaga del tomicus. Se prevé el vaciado de más de la mitad de las zonas verdes.

El ayuntamiento está siguiendo las directrices marcadas por la Conselleria en este tema, ya que «la tala de ejemplares dañados y su retirada es obligada». Con esta intervención, ya es la segunda que efectúa El Puig en esta montaña. En la primera, las moto sierras se llevaron por delante más de 300 ejemplares pero, en esta segunda tanda, las previsiones de los técnicos son peores.

Después comenzará la segunda parte, la replantación de nuevas especies (no sólo pinos) para repoblar las áreas afectadas. También se creará una comisión gestora para recuperar el enclave. Para ello, se pondrá en marcha una especie de cónclave formado por todos los grupos políticos, expertos y hasta historiadores y expertos para 'reinventar' este emblemático paraje de la localidad.