El ex presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra tiene las 24 horas de este lunes para ingresar en prisión  y cumplir así con los cuatro años de cárcel por otros tantos fraudes a Hacienda. Ha elegido una prisión de la Comunidad de Madrid. 
La Audiencia condenó a Fabra, en noviembre de 2013, a cuatro años de prisión por cuatro delitos contra la Hacienda Pública, a una multa de 693.074,33 euros y a indemnizar a Hacienda con la misma cantidad por el total de la cuantía defraudada durante los ejercicios 1999, 2000, 2002 y 2003 más intereses legales.
Ha sido el líder del PP de Castellón durante 22 años y presidente de la diputación provincial durante 16. Ha ganado nueve veces la lotería. Tiene una estatua inspirada en él en un aeropuerto sin aviones. Este miércoles, tras ser condenado por defraudar a Hacienda, el Tribunal Supremo ha confirmado que Carlos Fabra, antiguo dueño y señor de Castellón, irá a la cárcel.
Hasta su marcha del cargo en 2011, Fabra se ha convertido en el presidente de diputación más famoso, acaparando titulares y portadas, siempre enfundado en unas gafas de sol para ocultar su ojo de cristal, consecuencia de una reyerta infantil.
Dicen de él que es una persona de trato cercano y simpático en las distancias cortas. Su forma de hacer política se centra en su personalidad. Sin embargo, no le gustan las preguntas sobre su gestión, ni los medios, que no han dudado en calificarle de 'cacique'.
"Si ser cacique es ejecer la autoridad en mi partido y ejercer de presidente, pues sí, soy cacique", ha afirmado.
El expresidente no suele morderse la lengua. De hecho, ya llegado calificar de "hijo de puta" al portavoz socialista en la Diputación de Castellón, Francesc Colomer, o llamar "gentuza" a aquellos que están en su contra.
Fabra ha mostrado en numerosas ocasiones su profundo orgullo de llevar un apellido que es sinónimo de poder y política en Castellóndesde el último tercio del siglo XIX. Desde 1874, seis miembros del clan han sido presidente de la diputación.
El abuelo de Fabra, diputado de la CEDA, su padre, alcalde de Castellón durante la dictadura y su hija, Andrea Fraba, quien ha ocupado escaños en el Senado y el Congreso durante tres legislaturas, representan el pasado y el presente de la 'Dinastía Fabra'.
Andrea Fabra, casada con el también político del PP Juan José Güemes, se hizo conocida entre la población española al gritar entre aplausos: "¡Qué se jodan!", mientras Rajoy presentaba el mayor recorte presupuestario de España.
Tras estudiar Derecho, Fabra siguió la tradición familiar y empezó avincularse a la política de la mano de UCD. Después, ya con el PP, llegaría a lo más alto de la diputación de Castellón, en 1995 con 50 años.
En las últimas décadas, la dinastía Fabra ha mantenido un control absoluto en Castellón, apoyado por una red de votos, basados enfavores y colocaciones.
"Yo no sé la cantidad de gente que habré colocado en 12 años, no lo sé", se preguntaba Fabra en una conversación grabada en 2009 por miembros de su propio partido. "El que gana las elecciones", prosiguió Fabra, "coloca a un sinfín de gente, asesores, secretarios, directores generales, subdirectores, subsecretarios, consellers, asesores de consellers...".
El expresidente siempre se ha mostrado satisfecho de los logros de su provincia, como el Hospital Provincial y su remodelación.
También ha sido presidente del Club de Campo (Golf) del Mediterráneo en Borriol y la sociedad pública que promovió el aeropuerto de Castellón, Aerocas.
Su periplo judical comenzó en 2004, cuando se abrió una causa contra él por cohecho, tráfico de influencias y varios delitos fiscales. Fabra ya llegado a jactarse en público de ser impune y ha quejarse irónicamente de que los jueces no hacen su trabajo.
Tras varios años con la causa abierta, la Audiencia de Castellón condenó en 2013 a 4 años de cárcel por cuatro delitos contra la Hacienda Pública y a dos años de cárcel por dos delitos también contra Hacienda, a su exmujer Amparo Fernández. Este miércoles el Tribunal Supremo ha confirmado la pena. Fabra, de 68 años y con problemas de salud, ingresará en prisión, salvo que el Gobierno le concediera un indulto.
El Gobierno acordó en Consejo de Ministros denegar las peticiones de indulto solicitadas por el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra y por el expresidente del club de fútbol del Sevilla José María del Nido.
Soraya Sánz de Santamaría aseguró entonces ue el Gobierno ha concedido siete indultos y ha denegado más de 2.000, entre los que se encuentra los de Fabra y Del Nido.
El expresidente del PP provincial y de la Diputación de Castellón Carlos Fabra presentó a finales de agosto ante el Ministerio de Justicia la petición de indulto tras la confirmación por el Tribunal Supremo (TS) de la sentencia que le condenó a cuatro años de prisión en el conocido como caso Naranjax.
La sección primera de la Audiencia de Castellón acordó el pasado mes de septiembre la suspensión de la ejecución de la pena de prisión mientras se tramitaba la petición de indulto. Una vez denegada, el dirigente político deberá ingresar en la cárcel.