El Hospital Universitario de La Ribera ha incorporado una avanzada técnica molecular que permite predecir la reaparición de un cáncer de pulmón. Esta técnica consiste en el estudio del ganglio centinela (el tejido más cercano al tumor) mediante un equipo de biología molecular que analiza 3 genes. 
Este análisis se realiza sobre una muestra obtenida durante la propia intervención en la que se extirpa el tumor. Su resultado permite conocer al Hospital la probabilidad de que el cáncer se reproduzca en un futuro en el propio pulmón o en sus zonas adyacentes. 
Si el resultado del estudio molecular es positivo, La Ribera aplica sobre el paciente unas estrategias preventivas de vigilancia que incluyen exploraciones clínicas periódicas, TACs o broncoscopias para detectarlo en su fase más inicial y así aumentar la tasa de supervivencia de los pacientes en un alto porcentaje. 
"Actualmente, esta técnica molecular la realizan los hospitales más punteros en Cáncer de Europa, por lo que su incorporación coloca al centro de Alzira a la vanguardia en cáncer de pulmón", según afirman los responsables del centro, quienes han presentado hoy esta novedad a todas las asociaciones de pacientes y juntas locales del cáncer de la comarca. 
Los expertos apuntan que "los foros médicos internacionales coinciden en señalar que este tipo de estudios se consolidarán en un futuro próximo como uno de los avances más importantes en Oncología Torácica por los grandes beneficios que aporta para la esperanza de vida del paciente". Para el desarrollo de estas pruebas de biomarcadores tumorales el Hospital de Alzira cuenta actualmente con una beca del Grupo de Investigación y Divulgación en Oncología (GIDO). 
El centro de La Ribera ya ha llevado a cabo estas pruebas en un total de 97 pacientes y las primeras conclusiones de los estudios han detectado en 38 de ellos una alta probabilidad de que se reproduzca el cáncer en un futuro. 
Seguimiento personalizado en caso de riesgo 
Estos estudios consisten en un examen molecular sobre el ganglio centinela ya que es el tejido por el que, en caso de metástasis, ha de pasar la enfermedad para lograr expandirse. Esta muestra se obtiene durante la misma intervención en la que se extirpa el tumor, lo que evita que el paciente tenga que ser reintervenido.