El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, reconoció ayer que está dispuesto a reflexionar sobre la eliminación del copago de los fármacos que se dispensan en los hospitales. Esta medida que ahora quiere borrar el ministro la Comunitat se negó a aplicarla y, por tanto, no llegó a ponerse en marcha en los centros sanitarios valencianos. Alonso dio a conocer la propuesta ayer en su primera comparecencia en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso.
La Conselleria de Sanidad confirmó que en la Comunitat «no se ha aplicado el copago en dispensación hospitalaria». Ello significa que nunca se ha exigido una aportación económica a los enfermos que tienen que retirar la medicación que precisan en las farmacias de los hospitales porque sólo allí se los dispensan. La decisión de que los pacientes pagaran un porcentaje de estos medicamentos la adoptó la exministra Ana Mato en 2013.
Desde el primer momento, la iniciativa lanzada por Mato contó con la contestación de distintas Comunidades Autónomas. Entre las que no compartían el criterio se encontraba la Comunitat Valenciana. Algunas, como Castilla y León, Andalucía o País Vasco que interpusieron recursos contra la iniciativa.
El conseller de Sanidad, Manuel Llombart, llegó a afirmar en febrero del año pasado que la Comunitat sería «la última» región española en aplicar el copago farmacéutico hospitalario.
El responsable autonómico insistió en que hasta que no esté implantado en el resto de España, no se aplicará en la autonomía valenciana. Llombart manifestó esta postura pese a admitir que al tratarse de una competencia del Estado «estamos obligados».
En sus declaraciones de ayer el ministro no sólo se refirió al copago de las medicinas que se dispensan en los hospitales, también anunció una actualización del catálogo de implantes quirúrgicos y ortoprotésicos. Además, valoró la reforma sanitaria porque con ella, a su juicio, ha logrado la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. No dejó de señalar que los más de 4.000 millones de euros de ahorro que se han conseguido servirán para, entre otros objetivos, financiar nuevos fármacos.
El copago farmacéutico en el ámbito hospitalario afecta a 157 presentaciones de 43 medicamentos destinados a procesos crónicos o graves -oncológicos, hepatitis, reproducción asistida, la artritis reumatoide o degeneración macular, entre otros- que hasta que se aprobó la medida que ahora se quiere revisar los pacientes adquirían gratis en las farmacias de los hospitales.
Desde su entrada en vigor, en octubre de 2013, se estableció una aportación del usuario de un 10 % del precio del medicamento, con un máximo de 4,26 euros.
Aunque en la práctica casi ninguna autonomía lo está aplicando, el ministro se mostró partidario de revisar el copago farmacéutico hospitalario al considerar que «no parece que tenga mucho sentido y que debemos ya revisar». Sí que defendió la aportación económica para financiar las medicinas que se dispensan en las farmacias.
Acuerdos y crecimiento
En opinión de Alonso, el Sistema Nacional de Salud es ahora más universal ya que el número de tarjetas sanitarias alcanza casi los 44,5 millones, 751.200 más que en 2012 a pesar de que la población en España ha bajado en esos años, al tiempo que ha considerado que la atención a los inmigrantes irregulares es la «más generosa y más amplia» de la UE.
También mostró el compromiso de desarrollar los pactos con los profesionales médicos y enfermeros y señaló que no se consiguió con los grupos políticos en el Congreso, a juicio de Alonso, por haber «dedicado mucho tiempo a argumentos de confrontación y no a buscar un lugar de encuentro. Quiero trabajar en buscar dónde puede haber acuerdos. Entiendo muchas posiciones y no hay que ser rígido. Vengo con voluntad de entendimiento».
Sobre todo porque, según Alonso, después de tres años de trabajo con una agenda de «reformas sin precedentes» es el momento de aprovechar el crecimiento económico para «plantear nuevas ambiciones» y «sacar el máximo provecho de los recursos» de que dispone la sanidad pública.