Manises fue mora durante unos días. En la noche del pasado Jueves, tras una disputada batalla entre el bando cristiano y el bando moro, el Capitán Moro, Diego Cerezuela y su Favorita, Lucía Castellano, acompañados por los componentes de su comparsa, Kelvies, tomaron el castillo de Manises, tras derrotar al Capitán Cristiano, de la comparsa Els Boïl, y forzar su rendición.

La noche comenzó con la llegada al castillo, situado en la avenida Blasco Ibáñez del municipio, del Embajador Moro, que anunció la intención de su capitán de tomar Manises. El bando cristiano, encabezado por su capitán, Jorge Montesa y su Dama, Rosa Vilar, sorprendido ante la llegada de Kelvies, intentaron defender a la Manises cristiana sin éxito.

Tras la batalla, las danzas orientales y el fuego se adueñaron de las calles de Manises, calentando así la fría noche de julio con sus exóticos bailes. El color y la música anunciaban la llegada del Capitán Moro, que acompañado por su Favorita, se dispuso a tomar Manises.

Els Boïl, aceptando el resultado de la contienda, firmaron su rendición ante Cerezuela y Castellano, que tomaron el castillo.

Las comparsas moras del municipio vitorearon a los nuevos señores de Manises, que izaron el estandarte moro, que anunció que la ciudad era mora hasta el sábado, 5 de julio.

Tras la embajada, llegó el momento de la celebración, y moros y cristianos se unieron para celebrar por las calles de Manises que el municipio está de fiesta. Acompañadas de una charanga, las 11 comparsas maniseras, las 6 moras, Kelvies, la Mitja Lluna, L’Albardí, Al Nasir Salah Ad-Din, Almoravides y Tuareg, y las 5 comparsas cristianas, Els Boïl, Bukaneros, Maseros, Cruzados Templarios y Artal de Luna bailaron y cerraron una noche que el Capitán Cristiano y el Capitán Moro sellaron con un abrazo.