La estación del Norte, referente de la arquitectura modernista de Valencia, necesita una pronta intervención para garantizar la estabilidad de los remates tras la aparición de dos grietas en los pináculos. De momento, los remates se han cubierto con unas capas de plástico, pero desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), responsable de las estaciones de ferrocarril y de su mantenimiento, aseguraron ayer que las grietas que han detectado «no afectan en absoluto a la estructura ni a la consolidación del edificio». Advierten de que se ha revisado toda la fachada y no hay afectados pilares ni la estructura en general.
Como responsables del mantenimiento de esta joya arquitectónica inaugurada en 1917, argumentan que se asegurará la zona afectada, para mantener la estética del edificio público, referente del modernismo y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1983 y para prevenir hipotéticas situaciones de riesgo.
Dada la situación actual, la reparación constituye un hecho puntual y no hay prevista una reforma integral de la fachada.